Cofradía
Insignias
Cruz de Guía de Ysaura (1857) y asta de plata de ley de García Armenta (1952), los faroles son de García Armenta (1949).
Bandera blanca, obra de Antonio Rincón Galicia (1969) con orfebrería de José Jiménez (1954).
Senatus, bordado por el Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo en 1853, restaurado en 1950 por Carrasquilla y por Esperanza Elena Caro en 1973. Águila de madera dorada obra de José Vicente Hernández de 1857, y asta de plata de ley de Jesús Domínguez (1969).
Lábaro de San Juan en plata de ley de José Jiménez (1980). Va escoltado por cuatro niños que portan apagavelas dorados y canastillas con escudos, todo ello de Ysaura de mediados del siglo XIX.
Sinelabe Concepta, bordado en 1856 por el Taller de Antonio del Canto y su esposa, Teresa del Castillo, y restaurado por Carrasquilla en 1950. El asta es de plata de ley de José Jiménez (1970) y el remate de Ysaura (1857). Los faroles que lo acompañan son de plata de ley de Jesús Domínguez (1972).
Bandera de la Quinta Angustia o azul, bordada en el Convento de Santa Paula (1980). El asta y remate, realizados en plata de ley, son de José Jiménez (1980). Va acompañada de dos varas de metal dorado obra de Ysaura de 1857.
Bandera del Dulce Nombre de Jesús, confeccionada por el taller de Guzmán Feu y Rincón Galicia en 1957. El asta y remate en plata de ley son de José Jiménez (1980). Va acompañada de dos varas de metal dorado obra de Ysaura de 1857.
Cruz de Capilla o Parroquial, en plata de ley, labrada por Jesús Domínguez (1972) con asta de José Jiménez (1970). La manguilla es de Esperanza Elena Caro (1973). Los ciriales que la acompañan son de José Jiménez.
Bandera Pontificia. Bordada en el Convento de Santa Paula (1980), siendo el asta y remate de José Jiménez, en plata de ley.
Libro de Reglas. Realizado en plata de ley por García Armenta (19942), contiene las reglas pertenecientes al año. Pértiga en plata de ley, con el templete del Dulce Nombre de Jesús de Jesús Domínguez (1972), y la escultura del niño en marfil de Barbero de ese mismo año.
Estandarte. Bordado por el Taller Teresa del Castillo y Antonio del Canto de 1856. El asta y la cruz, en plata de ley, son de José Jiménez de 1956.
Bocinas. Con orfebrería en plata de ley de García Armenta (1954) y bordados del Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo de 1856. Los adornos florales de los paños son añadidos por Carrasquilla de 1950. Las antiguas bocinas de metal dorado se regalan a la Hermandad de las Angustias de Villamartín.
El juego de varas, en plata de ley, que acompañan a las insignias y de presidencia son obra de Jesús Domínguez, García Armenta y José Jiménez.
Las varas de los Diputados de Tramo y otros cargos de la cofradía son de Ysaura de mediados del s. XIX.
Juego de acólitos. Todo en plata de ley, los ciriales fueron realizados por José Jiménez (1954). Este hizo también la singular naveta (1959). Los incensarios son obra de Fernando Marmolejo (1959) y están inspirados en los faroles del paso. La pértiga es de García Armenta. Las dalmáticas son de los Talleres de Guzmán Feu y Rincón Galicia (1954), inspirados en los faldones del paso del Dulce Nombre de Jesús, y el ropón del pertiguero es obra de Carmen Plaza (1958).
Libreas. Confeccionadas en el año 1929 en la Sastrería Real de Alberto Sanz de Madrid.
Cruces de penitentes. Son arbóreas en su color natural desde el año 1962.
Imágenes
El Dulce nombre de Jesús
Orfebrería:
- Potencias en oro de ley, rubíes y brillantes, diseñadas y ejecutadas por nuestro hermano Vicente Martín Cartaya. Están inspiradas en el medallón de mármol de la fachada de la capilla.
- Potencias de plata, para el culto diario, obra de Ángel García Dávila de 1869.
- Anagrama en oro del JHS de 1973.
Bordados:
- Túnica de Tisú de Oro, donada por un hermano en 1852.
- Túnica larga de terciopelo burdeos oscura, obra del Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo de 1856-57.
- Túnica morada bordada en oro, anónima atribuida a Patrocinio López fechada en 1893.
- Túnica de terciopelo burdeos bordada en oro con los anagramas del JHS, obra de Guillermo Carrasquilla (1974).
- Túnica celeste, bordada en plata por el Convento de Santa Paula.
- Túnica de seda rosa bordada en seda de colores, realizada con el capote de paseo del matador de toros, Antonio Toscano de la Torre (1976).
- Túnica sobre terciopelo burdeos, confeccionada por los Talleres de Fernández y Enríquez, con unos bordados anónimos del siglo XVIII. (1990).
- Túnica de terciopelo azul, bordada en oro por Artesanía Santa Bárbara (2008).
Santísimo Cristo del Descendimiento
El Cristo tiene dos juegos de potencias. Uno en oro de ley para sus cultos solemnes, y otro en plata de ley para sus cultos diarios. Ambas juegos son obra del Taller de Villarreal de 2006. Donadas por una familia y un grupo de hermanos respectivamente. El INRI, de metal dorado, es de Ysaura del año 1857 y los remates de la cruz de plata dorada de José Jiménez (1973). Además, tiene además un juego de remates antiguos en plata dorada de Jorge Ferrer, de los años 40 del pasado siglo.
La Virgen de la Quinta Angustia
Orfebrería:
- La corona de cultos solemnes, es de plata dorada de Jorge Ferrer (1941). Tiene otra corona en metal dorado, obra de Jesús Domínguez (1972) para el culto diario.
- La virgen luce el Jueves Santo un corazón con cinco puñales en plata de ley dorada, rubíes y brillantes, (1968) obra de Vicente Martín Cartaya. Asimismo posee un puñal de oro, obra de Jesús Domínguez (1972).
- Medalla en oro de la Virgen del Rocío (1974).
- Cruz Azteca en oro y medalla de la Virgen de Guadalupe de México (1974).
Bordados:
- Manto azul obra del Taller de la Familia Olmo, (1894), adquirido a la Hermandad del Prendimiento de Jerez de la Frontera en el año 1.940, tras la pérdida del anterior (de Teresa del Castillo 1854) en un incendio en el año 1931 en casa de la entonces camarera de la Imagen. El actual manto es restaurado por el taller de Esperanza Elena Caro en 1974 y por Emilio José Gómez Moreno a finales del s. XX que lo enriquece.
- Manto de altar, con vistas bordadas, obra de Antonio Rincón Galicia (1970), que utiliza bordados ya existentes en la hermandad y lo enriquece en su confección.
- Saya burdeos para cultos solemnes, realizada por Teresa del Castillo y Antonio del Canto de 1854, con cíngulo bordado en oro sobre terciopelo del mismo color de Esperanza Elena Caro de 1972.
- Saya de tisú dorado de Esperanza Elena Caro (1973).
- Saya de tisú blanco bordada en oro, obra de Antonio Curquejo (1999).
- Saya de terciopelo morado bordada en oro, obra de Mariano Martín Santonja (2008). Es utilizada también en los cultos mas solemnes.
Imágenes del misterio
San Juan Evangelista viste túnica verde del Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo (1856) y mantolín rojo, obra del mismo taller y de la misma fecha. Posee una diadema en plata dorada de mediados del siglo XX atribuida a Jorge Ferrer y otra para el culto diario de metal dorado, obra de Ysaura de 1857.
María Salomé y María Cleofás lucen túnicas bordadas por el Taller de Antonio del Canto y Teresa del Castillo (mediados del s.XIX). Poseen diademas de metal dorado que no lucen, obra de Ysaura de 1857.
María Magdalena viste túnica bordada por el Taller de Antonio del Canto y su esposa, Teresa del Castillo, de 1853. El mantolín es obra de Dolores Aceves de 1879.
Los Santos Varones llevan ropa bordada del Taller de Antonio del Canto y su esposa, Teresa del Castillo (1855-57).
Resucitado. Luce potencias de plata de ley doradas, obra de Manuel González de Rojas. Año 1851.
Virgen de la Encarnación. Luce corona de plata de ley, obra anónima, del s. XVIII.
Pasos
Pasos de misterio
En el año 1900, con fecha de 21 de enero, sobre diseño de Cayetano Sánchez Pineda, Académico de Bellas Artes y miembro de la Junta de Gobierno, se presenta el proyecto y dibujo de un nuevo paso para la cofradía, boceto del que se encarga el pintor Pedro Domínguez López y que, firmado y enmarcado, ocupa un lugar de honor en nuestra Sala Capitular. Hay que resaltar que este mismo artista proyecta igualmente para la Hermandad de las Cigarreras los bordados para el palio de Nuestra Señora de la Victoria.
Descripción de la obra
Nuestro paso, de traza a renacentista con tallados barrocos fundidos en bronce, se encuentra dividido en tres frisos y un respiradero. Coronando el primer friso y más superior, tiene una artística crestería de bronce formada por dragones y cabezas de querubines, cesando dicha crestería en las esquinas del paso, donde se enmarcan cuatro faroles grandes, que son complementados por otros ocho de tipo cuadrangular. Como pie de esta crestería, una pequeña cornisa tallada de ébano en su color. El primer friso y más estrecho de ellos, presenta también cabezas de ángeles y querubines sobre carey (se hizo finalmente sobre madera). A este friso le sigue una estrecha cornisa tallada de ébano, que corona el segundo friso, el más ancho y hermoso de ellos, y en el cual, en su parte central y frontal se nos presenta suspendido por dos ángeles u arcángeles el escudo del Dulce Nombre y el de la Quinta Angustia bajo la tiara pontificia, coronando todo ello la corona real de cuyos extremos sale el Toisón de Oro. En la trasera del paso y también sustentados por dos arcángeles, el escudo de la ciudad de Sevilla bajo la corona real. En el costero derecho, en las mismas condiciones figura sobre artística cartela el escudo del Papa bajo cuyo pontificado se hizo la obra, S.S. León XIII, rematado todo ello por la tiara pontificia. Sobre el costero izquierdo figura el escudo de armas de España, bajo la corona real y rodeado del Toisón de Oro. A lo largo de estos costeros se reparten volutas y tallas de ángeles con cartelas redondas que presentan los atributos de la pasión. En las esquinas de este magnífico friso figuran los cuatro evangelistas, de cuerpo entero, figurando en las esquinas delanteras San Lucas con un libro y un toro recostado en su lado y San Mateo, con un libro abrazado por un infante. Las esquinas traseras contemplan a San Juan con una pluma en sus manos y un águila a sus pies y San Marcos con un león recostado. Bajo este friso observamos otro de ébano tallado con rosetones de bronce incrustados, y en la parte mas baja del canasto los respiraderos realizados en bronce y caoba y en los que figuran cabezas de Santos, Papas, Obispos y Frailes entrelazándose entre ángeles y dragones. Las cuatro maniguetas son de ébano con incrustaciones en bronce y sustentados sobre las mismas figuran cuatro ángeles mancebos. En sus cuatro ángulos y repartidos por su delantera, trasera y costados, en la parte superior figuran faroles de bronce inspirados en los de la nao capitana del Almirante Strozzi y que allá por 1582 se convirtió en preciado botín para Don Álvaro de Bazán tras su victoria en la batalla de las Azores (actualmente se pueden observar en el Museo Naval de Madrid).
Realización y autoría
En 1901 se hacen los moldes de las esculturas por el escultor Emilio Bartolomé y el tallado por Roldán, contratándose al año siguiente la fundición de las piezas de bronce con la casa Masriera y Campins de Barcelona, hacia donde parten los modelos transportados por vía marítima por la empresa Vapores Vinuesa. El carey proyectado hubo de sustituirse por maderas nobles, dado el enorme coste de la obra. El llamador de bronce que figura en el frontal del paso, sobre los respiraderos es obra del por aquel entonces Consiliario de la Hermandad y Catedrático de Escultura, Joaquín Bilbao Martínez.
El estreno del paso se produjo el Jueves Santo de 1904, llevando en sus esquinas cuatro individuos de librea, como capataz a Manuel García, y tras el mismo la Banda de Música y Piquete del Regimiento de Infantería de Soria, interpretando la marcha “Quinta Angustia” ,que en 1891 compusiese su entonces director y Músico Mayor, José Font y Marimont, iniciador de la saga de esta familia de músicos. Era por aquel entonces Hermano Mayor Armando de Soto Morillas y el Mayordomo José de Pineda y Rojas.
Intervenciones y restauraciones
En el año 1957 se estrena el dispositivo de cremallera para la bajada y subida de la cruz, que fue diseñado por nuestro hermano Francisco Galnares. A finales de los años 70 del pasado siglo, el Taller de Manuel Guzmán Bejarano realizó una nueva parihuela más amplia. En el año 2010, el Taller de los Hermanos Caballero realiza una nueva parihuela y restauración de todas las maderas, restaurando igualmente la Orfebrería Manuel de los Ríos e Hijos los bronces del paso.
Faldones del paso
De terciopelo morado (1971), con escudos bordados en oro por nuestro hermano Francisco Farfán Ramos (1929). Los cuatro broches de los faldones son de los Talleres de Rincón Galicia del año 1971.
Paso del Dulce Nombre de Jesús
La Imagen del Dulce Nombre de Jesús procesiona en un templete de madera dorada, obra de Antonio Infante Reina, diseñado por nuestro hermano Joaquín Bilbao Martínez en 1898 y estrenado en la Semana Santa de 1925. Fue restaurado y dorado de nuevo en el año 2007 por Abel Velarde Medrano y Justiniano Sánchez Mesa, que también doran el moldurón de la parihuela un año mas tarde. Para sus cultos solemnes la imagen lleva una cruz realizada en madera de palo santo y limón del año 1943. Los faldones en damasco blanco y con cenefas rojas bordadas en amarillo, se confeccionaron según diseño de nuestro hermano Francisco Farfán Ramos (1925), dibujos estos donde se inspiró el juego de dalmáticas de los acólitos que se realizó en los años sesenta. El templete va escoltado por dos ángeles de Pedro Roldán (1659), pertenecientes a un antiguo paso de misterio que realizó este escultor para la hermandad de la Quinta Angustia.
Tiene cuatro jarras de plata de ley, inspiradas en las varas de la hermandad, realizadas por Juan Borrero (1996-2006). Llamador de plata de ley de Vicente Martín Cartaya del año 1976 y donado por un hermano.
Enseres de cultos
Artes santuarias para cultos internos
Entre las artes suntuarias para el culto interno se pueden señalar algunas casullas bordadas en oro, la custodia para la exposición del Santísimo Sacramento, un crucificado de marfil sobre cruz de madera noble y cantoneras de plata, copones y cálices, destacando de entre ellos el realizado en plata por José Alexandre Ezquerra en 1770. Su decoración se compone a base de rocallas. En la base posee tres cartelas con los escudos de la hermandad del Dulce Nombre de Jesús, el de los dominicos y una corona de espinas atravesada por un clavo. En la zona de la copa se representan algunos de los atributos de la Pasión de Jesús: escalera, lanza, tenazas, martillo, columna y flagelos. El cáliz lleva en su interior la siguiente leyenda: “este caliz es dela capilla del niño Jesvs del Real como de Sn Pablo Año 1770″.
Otro elemento a señalar es la candelería de madera tallada y dorada que desde la mitad del siglo XIX realiza la hermandad. Entre ellos destacan los 12 blandones realizados por el tallista José Vicente Hernández, a quien se le abonaron diversos pagos por este concepto desde 1856 a 1859.
Igualmente debemos de señalar el antiguo dosel para el altar de quinario que fue diseñado por el profesor Liaroain, tallado por Joaquín Ojeda y dorado por Manuel Gómez, todo ello entre 1852 y 1853. Con algunas de las innumerables piezas que formaban el dosel, se ha realizado una composición a modo de altar para la imagen de Jesús Resucitado, quedando el resto en la sala capitular de la hermandad.
Libro de reglas
Libro de reglas de la Hermandad de la Quinta Angustia de 1541
El 5 de febrero de 1541 se aprueban las primeras reglas bajo la denominación de “Cofradía de las Angustias de Ntra. Sra. la Virgen Santa María”, que es como se menciona en el primer folio.
Las reglas están manuscritas sobre papiros en caligrafía negra, a excepción de los títulos de los capítulos, que es en roja. Destacan las letras capitales, algunas ricamente adornadas. Constan de 56 capítulos en donde se mencionan los distintos cultos, la estación de penitencia en la tarde del Jueves Santo, las obligaciones de los hermanos, etc…
Libro de reglas de la Hermandad de la Quinta Angustia de 1572
La hermandad del Dulce Nombre de Jesús se funda en la iglesia de San Vicente en 1572 por disposición del Arzobispo don Cristóbal de Rojas y Sandoval, contra los votos y juramentos que se hacen contra Dios, bajo el título de “Cofradía del Dulcísimo y Santísimo Nombre de Jesús y Primera Sangre de Nuestro Señor Jesucristo”. Sus primeras reglas fueron redactadas el 15 de enero de dicho año, siendo aprobadas el 25 de septiembre de 1574. En ellas se especifica que la hermandad realizaría la estación de penitencia en el primer lugar del Jueves Santo, atendiendo a su título de Primera Sangre de Cristo.
Estos estatutos, que datan de 1572, tienen incorporadas dos pinturas miniadas de muy bella factura. En una se muestra al niño Jesús sobre una aureola resplandeciente y sobrevolando una cuna con cinco niños en su interior. Esta miniatura, además de mostrarnos al titular de la cofradía, nos confirma que la congregación y hermandad de los niños expósitos (casa cuna), fundada por el Arzobispo don Fernando de Valdés en 1558, estuvo agregada a la del Dulce Nombre de Jesús desde 1590 hasta 1627.
En otra pintura se representa un Cristo crucificado y, a sus pies, la Virgen María, San Juan Bautista y San Juan Evangelista, además de un blasón con el escudo de la corporación, que era el monograma del JHS, cruz sobre la H y situando tres clavos debajo de la misma. Este es exactamente el mismo emblema utilizado por la Compañía de Jesús, ardiente defensora de su Dulce Nombre. Esta miniatura siempre se había interpretado en función de la unión de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús con la de las Siete Palabras y la del Cristo de la Sangre y San Juan Bautista, durante la reducción de 1623. No obstante, pienso que dicha ilustración, junto con la del niño Jesús, representan las imágenes que la cofradía del Dulce Nombre de Jesús tenía en ese momento, a excepción de la del Resucitado, pues sabemos que poseía una imagen de Nuestra Señora y un Crucificado, como se refiere en la primera escritura realizada entre la hermandad y la comunidad de religiosos de San Pablo de 1587. Por tanto, la inclusión de las imágenes de los Santos Juanes puede relacionarse con el encargo de estas dos esculturas a Martínez Montañés en 1592. De este modo, la fecha de ejecución de las pinturas oscilaría entre este último año y 1627, fecha hasta la que estuvo agregada la congregación de los niños expósitos. La cartela con el escudo de la hermandad del Dulce Nombre de Jesús en la pintura de la escena del Calvario, también es otra prueba de que se trata de esta cofradía y no de la de las Siete Palabras.